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El makrout es un dulce tradicional típico de Argelia. Esta exquisita golosina combina la suavidad de los dátiles con la textura crujiente de la sémola, creando una experiencia culinaria única y deliciosa.
La base del makrout está hecha de sémola, que se mezcla con mantequilla y agua para formar una masa suave y maleable. El relleno, a menudo considerado el alma de este dulce, consiste en una pasta dulce elaborada a partir de dátiles deshuesados, que se mezclan con una pizca de mantequilla para obtener una textura suave y untuosa.
Una vez que se prepara la masa y se rellenan los cilindros con la pasta de dátiles, los makrout se cortan en pequeños trozos y se fríen hasta obtener una apetitosa textura dorada y crujiente. El toque final llega con un baño generoso en almíbar caliente, que imparte un sabor dulce y una humedad irresistible a este delicioso manjar.
El makrout no solo es una delicia para el paladar, sino también un símbolo de generosidad y hospitalidad en la cultura de Argelia. Con su aroma tentador y su sabor inigualable, este dulce es perfecto para compartir en ocasiones especiales, celebraciones familiares o simplemente para disfrutar como un capricho indulgente en cualquier momento del día.
El makrout es mucho más que un simple postre: es una expresión de amor, tradición y cultura que ha perdurado a lo largo de generaciones. Con su combinación única de sabores y texturas, este dulce cautivador continúa deleitando los paladares de aquellos que tienen el placer de probarlo, convirtiéndose en un verdadero tesoro culinario de Argelia.
4 tazas de sémola mediana.
1 taza de mantequilla derretida( o aceite de oliva)
Agua (la cantidad necesaria para formar una masa)
una chuchara de azúcar
1 pizca de sal
Pasta de Dátiles .
1 cucharada de mantequilla.
2 cucharas de aceite de oliva.
Canela(opcional)
Para el almíbar:
miel
azucar blanco (o moreno)
Agrega la cucharada de mantequilla, al aceite de oliva y la canela a la pasta de dátiles y mézclalos bien. Reserva.
En un recipiente grande, mezcla la sémola, la mantequilla derretida, el azúcar y la sal .Dejar reposar una noche.
Agrega la mezcla de agua y agua de azahar poco a poco hasta formar una masa suave y maleable.
Divide la masa en pequeñas porciones y forma cilindros de unos 3-4 cm de diámetro.
Haz un hueco en el centro de cada cilindro de masa y rellénalo con la pasta de dátiles.
Cierra bien la masa alrededor del relleno, asegurándote de que esté sellado.
Corta los cilindros rellenos en trozos pequeños, de aproximadamente 4-5 cm de largo.
Calienta suficiente aceite en una sartén profunda o una freidora a fuego medio.
Fríe los trozos de makrout en lotes, hasta que estén dorados y crujientes.
Retira los makrout del aceite y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Sumerge los makrout fritos en la miel caliente. Deja que se empapen durante unos minutos. Retíralos y déjalos enfriar antes de servir.
Lo ponemos en azúcar blanco o moreno.
Lo dejamos tal cual sin miel ni azúcar disfrutamos el dulzor de dátiles únicamente.